La reciente escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela ha encendido las alarmas en toda la región. Lo que comenzó con la renovación de la licencia de Chevron para operar en el país sudamericano y un intercambio de prisioneros, ha derivado en una situación con implicaciones militares sin precedentes.
Despliegue Militar Estadounidense
El gobierno de Donald Trump ha dado un giro drástico en su política hacia Venezuela. La Casa Blanca aumentó la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente Nicolás Maduro, acusándolo de liderar el Cartel de los Soles. Además, ha desplegado tres destructores, 4.000 marines, aviones de combate y submarinos en los límites marítimos de Venezuela, en una operación supuestamente destinada a combatir el narcotráfico.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que Estados Unidos está decidido a usar “todo su poder” para frenar el tráfico de drogas desde Venezuela, reiterando que el gobierno de Maduro no es legítimo y calificándolo de “narcotraficante”.
Reacción de Venezuela y la Región
A pesar de estar acostumbrado a las tensiones con Washington, el gobierno venezolano ha reaccionado con cautela ante esta escalada. El canciller Yvan Gil advirtió que las amenazas de Estados Unidos “no solo afectan a Venezuela, sino que ponen en peligro la estabilidad de toda la región”.
La preocupación se extiende a otros países latinoamericanos. El presidente colombiano, Gustavo Petro, advirtió que una invasión estadounidense convertiría a Venezuela en una nueva Siria. Brasil, México, Cuba y Bolivia también han expresado su inquietud ante la situación.
Preocupación Regional en Aumento
El asesor para Asuntos Internacionales de la presidencia brasileña, Celso Amorim, manifestó su “preocupación” por el despliegue de buques de guerra estadounidenses en el Caribe. La región observa con atención y creciente inquietud el desarrollo de los acontecimientos.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la estabilidad de la región latinoamericana. El despliegue militar estadounidense y las acusaciones contra el gobierno de Maduro han generado un clima de incertidumbre y temor a una escalada mayor del conflicto.