El partido entre Racing y Flamengo por la Copa Libertadores estuvo lejos de ser un encuentro tranquilo. Desde el inicio, la atmósfera se vio cargada de tensión, y no solo por la importancia del partido en sí, sino también por una serie de incidentes que marcaron el desarrollo del juego.
Fuegos Artificiales y Retraso
Antes del pitido inicial, la hinchada de Racing Club convirtió el Estadio Presidente Perón en un espectáculo de luces y fumaça. Sin embargo, esta celebración con bengalas y fuegos artificiales provocó una densa humareda que obligó a retrasar el inicio del partido. Inicialmente programado para las 21:30 (hora de Brasil), el encuentro se pospuso primero a las 21:50 debido al retraso de la delegación de Flamengo por el tráfico en Buenos Aires, y luego nuevamente a las 21:56 debido a la fumaça.
Expulsiones y Tensión en el Campo
El partido en sí no fue menos agitado. Marcos Rojo, defensor de Racing, fue expulsado por un codazo a Léo Ortiz, de Flamengo. Pero la polémica no terminó ahí. Gonzalo Plata, del Flamengo, también vio la tarjeta roja por un golpe a Rojo. Estas expulsiones reflejaron la alta tensión que se vivió en el campo de juego, con constantes roces y disputas entre los jugadores.
Críticas a la Arbitraje
La actuación del árbitro chileno Piero Maza generó fuertes críticas. Rafinha, ídolo de Flamengo, cuestionó la decisión de expulsar a Gonzalo Plata, argumentando que, de ser así, también Rojo debería haber recibido la misma sanción. Esta controversia arbitral añadió aún más leña al fuego en un partido ya de por sí cargado de emociones.
Un Empate Agónico
A pesar de los incidentes y las expulsiones, Racing y Flamengo empataron sin goles en el partido de vuelta, clasificando Flamengo a la siguiente fase de la Libertadores. El encuentro dejó un sabor amargo para Racing, que luchó con diez hombres durante gran parte del partido, y una sensación de alivio para Flamengo, que supo administrar la ventaja obtenida en el partido de ida.
En resumen, el Racing vs. Flamengo fue un partido para el recuerdo, no solo por el resultado, sino también por la serie de eventos que lo rodearon: fumaça, expulsiones, polémicas arbitrales y mucha tensión en el campo de juego.