Max Verstappen y Red Bull están experimentando un fin de semana complicado en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1. Los entrenamientos libres y la clasificación han revelado un rendimiento inusualmente bajo del RB21, dejando al piloto neerlandés y al equipo desconcertados.
Problemas desde el Inicio
Desde la primera sesión de entrenamientos, Verstappen se quejó del comportamiento del coche. Describió la experiencia como "conducir sobre hielo" y manifestó su frustración por la falta de equilibrio. Estos problemas persistieron durante la clasificación, donde Verstappen solo pudo asegurar el octavo puesto en la parrilla de salida.
Un incidente curioso ocurrió durante los entrenamientos libres cuando Verstappen se encontró con una toalla dentro de su cockpit. Para evitar que interfiriera con la conducción, la arrojó fuera de la pista, un acto que fue investigado por la dirección de carrera.
Un Misterio Inexplicable
Tras la clasificación, Verstappen expresó su sorpresa y desconcierto ante el rendimiento del coche. "Es muy difícil explicar por qué este fin de semana tuvimos de repente tantas dificultades con el auto", declaró. "Simplemente no hay agarre ni delante ni detrás, es difícil equilibrarlo. Por ahora es un misterio".
Sin Solución a la Vista
El equipo ha intentado diversas configuraciones para mejorar el rendimiento del RB21, pero sin éxito. "Dimos muchas vueltas al monoplaza, pero nada nos daba una dirección clara", explicó Verstappen. "Normalmente, cuando cambias mucho en los laterales, siempre hay aspectos positivos y negativos. Ahora, nada funciona. Es como dar vueltas en círculo".
¿Qué esperar para la carrera?
Con Verstappen partiendo desde el octavo lugar, la carrera del Gran Premio de Hungría se presenta como un desafío para el campeón mundial. El equipo Red Bull deberá encontrar soluciones rápidas para mejorar el rendimiento del coche y permitir que Verstappen luche por un buen resultado.
La carrera se disputará el domingo a las 10:00 (hora argentina). Será transmitida por [canal de TV].