Wimbledon 2025 está en pleno apogeo, con sorpresas, emocionantes partidos y la despedida de una tradición centenaria. La joven británica Emma Raducanu, número uno de su país, cayó ante la bielorrusa Aryna Sabalenka en un disputado encuentro de tercera ronda en la Cancha Central. A pesar de la derrota, Raducanu demostró un gran nivel de juego, llevando al límite a la campeona. "Es difícil de aceptar ahora mismo", declaró Raducanu, "pero di lo mejor de mí ante Aryna, que es la número uno y una gran campeona, así que debo estar orgullosa".
Por su parte, el italiano Jannik Sinner, número uno del mundo, continúa demostrando por qué es uno de los grandes favoritos para llevarse el título. Novak Djokovic, buscando su octavo campeonato en Wimbledon, también avanzó a la siguiente ronda. Iga Swiatek, una de las principales cabezas de serie en el cuadro femenino, también está en la lucha por alcanzar la gloria en el All England Club.
Adiós a los Jueces de Línea en Wimbledon
Un cambio significativo en Wimbledon 2025 es la ausencia de los jueces de línea tradicionales. Por primera vez en 148 años, el torneo utiliza un sistema electrónico de llamado de líneas. Esta decisión ha generado controversia, con algunos argumentando que "le quita la humanidad" al torneo.
Pauline Eyre, quien fue jueza de línea en Wimbledon en 16 ocasiones, expresó su tristeza por esta transición. "Un partido de tenis es deporte, y el deporte se trata de personas", dijo Eyre. "No creo que la tecnología necesariamente mejore todo. No creo que esté mejorando la calidad del llamado de línea porque el llamado de línea siempre fue excelente".
¿Cómo afecta este cambio a los jugadores?
La eliminación de los jueces de línea también afecta la dinámica entre los jugadores y los oficiales. Ahora, los jugadores no pueden discutir con la tecnología si no están de acuerdo con una llamada. Este cambio podría alterar la forma en que los jugadores manejan la adversidad en la cancha.
Wimbledon 2025 continúa ofreciendo emocionantes partidos y momentos históricos, marcando un antes y un después en la forma en que se juega y se vive el tenis.