Cientos de miles de personas se manifestaron este domingo en Bruselas, Bélgica, y La Haya, Países Bajos, alzando sus voces contra la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza. Las protestas, organizadas por diversas organizaciones de la sociedad civil, grupos de derechos humanos y agencias de ayuda, exigieron a los gobiernos locales que tomen medidas concretas para presionar a Israel y detener la violencia.
La Haya: Una "Línea Roja" contra la Inacción
En La Haya, se estima que entre 100.000 y 150.000 personas se reunieron, muchas de ellas vestidas de rojo, para formar una "línea roja" simbólica. Esta línea representaba la supuesta inacción del gobierno holandés frente a lo que los manifestantes consideran un "genocidio" contra la población palestina. La marcha, considerada la más grande en los Países Bajos en los últimos 20 años, partió de la estación de trenes principal y culminó en el Palacio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Los manifestantes exigieron al gobierno holandés el cese de todo apoyo militar y diplomático a Israel. "No vamos a seguir aceptando que miren para otro lado, los juegos de palabras diplomáticos y la complicidad con los más horribles crímenes", declararon las organizaciones convocantes.
Bruselas: Exigencia de Rendición de Cuentas
En Bruselas, más de 110.000 personas respondieron al llamado de más de 150 organizaciones de la sociedad civil para exigir medidas al gobierno belga. Los manifestantes denunciaron los "crímenes de guerra" israelíes y demandaron rendición de cuentas, así como la apertura de la Franja de Gaza a la ayuda humanitaria.
Impacto Internacional y Próximos Pasos
Marjon Rozema, portavoz de Amnistía Internacional en Holanda, subrayó que la protesta envió una “clara señal” y remarcó que los funcionarios neerlandeses deberían “actuar ahora, tanto a nivel nacional como internacional, para incrementar la presión sobre el gobierno israelí”. Las manifestaciones buscan generar un impacto en la política internacional y forzar una respuesta más contundente ante la situación en Gaza. La presión sobre los gobiernos europeos continúa en aumento mientras la crisis humanitaria se agudiza.