El misterio que rodea la desaparición de la familia Gill-Gallego en Entre Ríos, ocurrida el 13 de enero de 2002, podría estar cerca de resolverse. Tras más de dos décadas de incertidumbre, la querella ha presentado una solicitud inusual pero esperanzadora: pedir a la NASA imágenes satelitales de aquel año para analizar posibles alteraciones en el terreno de la estancia "La Candelaria", donde la familia residía.
Rubén José Gill, su esposa Norma Margarita Gallego, y sus cuatro hijos desaparecieron sin dejar rastro después de asistir a un velorio en Viale. Las investigaciones iniciales estuvieron plagadas de irregularidades y pistas falsas, lo que impidió avanzar en la búsqueda de la verdad.
La esperanza reside en la tecnología espacial
El abogado Marcos Rodríguez Allende, representante de la familia, ha manifestado su compromiso de brindar respuestas a la madre de Norma Margarita y a la sociedad argentina. La solicitud a la NASA busca identificar movimientos de tierra que puedan indicar el lugar donde fueron enterrados los cuerpos de Rubén, Norma y sus hijos.
¿Por qué imágenes satelitales de 2002?
La clave está en analizar las imágenes correspondientes al año de la desaparición. Se busca identificar cualquier alteración en el terreno que pueda haber sido causada por la remoción de tierra para ocultar los cuerpos. La tecnología de la NASA podría proporcionar información crucial que no se pudo obtener con los métodos de investigación tradicionales.
- Identificación de movimientos de tierra sospechosos.
- Análisis de cambios en la vegetación.
- Localización de posibles fosas clandestinas.
Un camino complejo pero necesario
El proceso para obtener las imágenes de la NASA no es sencillo. Requiere la intervención de la Cancillería, el Ministerio de Justicia y autoridades estadounidenses. Sin embargo, la familia Gill-Gallego y su representante legal están decididos a agotar todas las instancias para esclarecer este trágico caso.
La sociedad entrerriana y argentina espera con ansias los resultados de esta investigación. La esperanza es que la tecnología de la NASA pueda arrojar luz sobre uno de los misterios más impactantes de la historia reciente de la provincia y permitir que la familia Gill-Gallego finalmente encuentre paz.