Un vuelo de Ryanair que cubría la ruta entre Bournemouth (Reino Unido) y Girona (España) se vio forzado a realizar un aterrizaje de emergencia en Toulouse, Francia, luego de que un pasajero en estado de ebriedad intentara abrir una de las puertas de emergencia en pleno vuelo. El incidente, ocurrido el pasado jueves, generó momentos de alta tensión y pánico entre los pasajeros.
Gritos, forcejeos y caos a bordo
Según testigos, el hombre, visiblemente alterado, comenzó a gritar que quería bajarse del avión e intentó abrir la puerta de emergencia. Otros pasajeros intervinieron para impedirlo, lo que derivó en un forcejeo y agresiones. El individuo llegó a escupir y golpear a quienes intentaban contenerlo.
"Fue horrible, había sangre por todas partes, gente gritando y llorando", relató David Malone, uno de los pasajeros, a medios locales. "Necesitamos al menos tres personas para contenerlo".
Finalmente, el pasajero fue reducido con cinturones de seguridad hasta la llegada de la policía francesa, quienes lo retiraron del avión esposado y lo detuvieron. Videos que circulan en redes sociales muestran el momento en que los agentes lo arrastran fuera de la aeronave.
Retraso y política de tolerancia cero
Tras el incidente, el vuelo pudo reanudar su trayecto hacia Girona, aunque con un retraso de aproximadamente dos horas. Ryanair emitió un comunicado en el que reafirma su política de tolerancia cero hacia comportamientos disruptivos y asegura que tomará medidas enérgicas contra aquellos pasajeros que pongan en riesgo la seguridad de los vuelos.
Este incidente sirve como recordatorio de la importancia de mantener la calma y el orden a bordo de los aviones, así como de las graves consecuencias que pueden acarrear comportamientos irresponsables.
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