La tensión entre Estados Unidos y Venezuela escala a niveles críticos. El gobierno de Donald Trump, según fuentes de la Casa Blanca, está listo para usar "todo su poder" contra el narcotráfico supuestamente vinculado al régimen de Nicolás Maduro. Esta firme postura se traduce en un despliegue naval significativo en el Caribe, con el objetivo declarado de desmantelar el llamado "Cartel de los Soles".
El buque lanzamisiles USS Lake Erie ya cruzó el Canal de Panamá y se dirige hacia aguas cercanas a Venezuela, sumándose a otros tres buques de guerra estadounidenses que se posicionarán en la zona. Mientras tanto, Caracas responde con el despliegue de 15.000 efectivos en la frontera con Colombia y el anuncio de patrullajes con drones y buques de la Armada en sus aguas territoriales. Maduro también afirma contar con 4.5 millones de milicianos, aunque esta cifra es cuestionada por expertos.
¿Qué hay detrás de esta escalada?
Washington acusa directamente a Nicolás Maduro de liderar un cartel de drogas y ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. La administración Trump argumenta que la dictadura venezolana se financia principalmente a través del contrabando de drogas, oro, armas y tierras raras, recursos que luego se utilizan para sostener el régimen y reprimir a la población.
La iniciativa de Trump, impulsada por el secretario de Estado Marco Rubio, busca fortalecer la seguridad de Estados Unidos frente al tráfico ilegal de fentanilo y cocaína. La Casa Blanca insiste en que todas las opciones están sobre la mesa para "terminar con el Cartel de los Soles".
Reacciones en la región
Según la Casa Blanca, varios países caribeños y de la región han expresado su apoyo a las operaciones antidrogas de Estados Unidos. Sin embargo, la situación es compleja y plantea interrogantes sobre la soberanía y la estabilidad regional. ¿Cuál será el próximo movimiento de Estados Unidos? ¿Cómo responderá Maduro ante esta creciente presión? El futuro de Venezuela pende de un hilo.