La escalada retórica entre Washington y Moscú continúa. El ex presidente ruso Dmitry Medvedev, ahora alto funcionario de seguridad, ha elevado la tensión al evocar la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial en respuesta a las recientes declaraciones del presidente Donald Trump sobre Vladimir Putin y el conflicto en Ucrania.
Trump, visiblemente frustrado por la falta de un acuerdo de alto el fuego, recurrió a su plataforma Truth Social para criticar a Putin, afirmando: "Lo que Vladimir Putin no se da cuenta es que si no fuera por mí, ya le habrían pasado muchas cosas REALMENTE MALAS a Rusia, ¡y me refiero a REALMENTE MALAS! ¡Está jugando con fuego!".
La respuesta de Medvedev no se hizo esperar. A través de X (anteriormente Twitter), escribió: "Solo conozco una cosa REALMENTE MALA: la Tercera Guerra Mundial. ¡Espero que Trump entienda esto!". Esta declaración fue inmediatamente criticada por el enviado especial de Trump para Ucrania, el General Retirado Keith Kellogg, quien la calificó de "imprudente" y advirtió que Rusia estaba alimentando el temor a otra guerra mundial, algo "indigno de una potencia mundial".
Kellogg insistió en que Trump ha estado trabajando para mediar una tregua en la guerra, que ya entró en su cuarto año y se ha cobrado decenas de miles de vidas en ambos lados. Si bien Putin no ha mencionado directamente una guerra mundial, sí ha aludido al uso de armas nucleares en varias ocasiones desde el inicio de la invasión a Ucrania en febrero de 2022.
En un discurso pronunciado en la Plaza Roja de Moscú el pasado mes de mayo, el líder ruso prometió mantenerse firme ante los intentos de los aliados occidentales de Ucrania de contener a Rusia. "No permitiremos que nadie nos amenace", declaró. "Nuestras fuerzas estratégicas están siempre en disposición de combate", añadió, refiriéndose al arsenal nuclear ruso, el más grande del mundo.
La situación sigue siendo delicada, con Trump acusando a Putin de estar "absolutamente LOCO" y de "matar innecesariamente a mucha gente". La posibilidad de una escalada mayor sigue siendo una preocupación latente, especialmente ante la retórica cada vez más agresiva de ambos lados.