El Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1 quedará marcado en la historia como una de las clasificaciones más caóticas y emocionantes de todos los tiempos. Con un récord de seis banderas rojas, la sesión estuvo plagada de incidentes y accidentes, especialmente en las traicioneras curvas 4 y 15 del circuito urbano de Bakú.
El Viento, un Enemigo Invisible
Lando Norris, piloto de McLaren, fue uno de los tantos que sufrieron las inclemencias del tiempo. Tras rozar las contenciones en la curva 15 y perder la oportunidad de liderar la parrilla, Norris hizo hincapié en el factor determinante que jugó el viento en los numerosos incidentes. "Es increíble. Ojalá todos pudieran entender lo difícil que fue con el viento. Diría que la mitad de los accidentes que vieron hoy probablemente se debieron al viento", declaró Norris a Motorsport.
El Duro Golpe de Colapinto
El piloto argentino Franco Colapinto, de Alpine, fue uno de los más afectados por las ráfagas de viento. Su accidente en la curva 4, similar al sufrido por su compañero Pierre Gasly, puso de manifiesto la imprevisibilidad de las condiciones climáticas en Bakú. "En la curva 4, donde Colapinto se salió, mucha gente bloqueó. Parece una de las peores curvas que he corrido en mi vida, simplemente por los vientos de cola de 50 km/h", explicó Norris, empatizando con el joven piloto.
Colapinto, por su parte, explicó: “No sé bien qué pasó en la pista, creo que hubo viento, y de golpe el auto se giró. Algo parecido a lo que le pasó a Pierre, solo que él estaba…”. La combinación de lloviznas y fuertes ráfagas de viento convirtió la pista en una trampa, exigiendo al máximo la habilidad y la concentración de los pilotos.
Un Gran Premio para el Recuerdo
Más allá de los accidentes, el Gran Premio de Azerbaiyán dejó momentos de gran tensión y emoción. La incertidumbre climática y la peligrosidad del circuito urbano de Bakú fueron los ingredientes perfectos para una carrera que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el último momento.