¡España Arde! 30,000 Hectáreas Devastadas en 24 Horas: ¿Qué Está Pasando?

La situación en España es crítica. Los incendios forestales continúan avanzando a un ritmo alarmante, devastando vastas extensiones de terreno y poniendo en riesgo vidas y ecosistemas. En las últimas 24 horas, se han quemado 30,000 hectáreas adicionales, según datos del satélite europeo Copernicus, recopilados por el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).

Un Año Devastador para España

Desde principios de año, aproximadamente 373,000 hectáreas han sido consumidas por el fuego en España. Estas cifras convierten a 2025 en el peor año registrado por EFFIS desde que comenzaron los relevamientos en 2006, superando con creces el anterior récord de 306,000 hectáreas calcinadas en 2022. La mayor parte de esta superficie se ha quemado en los grandes incendios que afectan desde hace días a las provincias de Zamora y León en Castilla y León, Ourense en Galicia y Cáceres en Extremadura.

Lucha Contra el Fuego Continúa

El Primer Ministro, Pedro Sánchez, advirtió que aún quedan "horas difíciles" en la lucha contra estos incendios, a pesar de la finalización de la ola de calor. Después de 16 días con temperaturas que alcanzaron los 40°C en muchas regiones, las temperaturas han comenzado a descender y la humedad ha aumentado, lo que podría ayudar a controlar la propagación de las llamas, aunque la situación sigue siendo extremadamente delicada.

Impacto de la Ola de Calor

Además de la devastación causada por los incendios, España ha sufrido las consecuencias de una intensa ola de calor que ha provocado más de 1,100 muertes desde principios de agosto. Este evento climático extremo ha exacerbado la sequedad del terreno, facilitando la propagación de los incendios y complicando las labores de extinción.

¿Qué se está haciendo?

Las autoridades españolas están trabajando arduamente para controlar los incendios, movilizando recursos humanos y materiales, incluyendo bomberos, aviones hidrantes y equipos terrestres. Sin embargo, la magnitud de los incendios y las condiciones climáticas adversas dificultan enormemente las tareas de extinción.

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