¡Juan Ingaramo al descubierto! ¿Por qué no se casó con Violeta Urtizberea?
El músico y actor cordobés, Juan Ingaramo, está en un gran momento profesional protagonizando el musical "Pretty Woman" junto a Florencia Peña. Pero, ¿qué pasa en su vida personal? Si bien comparte una hermosa relación con la actriz Violeta Urtizberea desde hace más de diez años y juntos tienen una hija llamada Lila, hay algo que aún no han concretado: ¡el matrimonio!
En una entrevista reciente, Ingaramo reveló las razones detrás de esta decisión. Ante la pregunta directa sobre si le gustaría casarse, el cantante fue contundente: "No, no. Ni tocamos el tema, no nos modifica en nada. Ya tenemos nuestra casa y nuestra hija, Lila, que tiene cinco años. Ya estamos re bien con todo esto. Lila nos tiene locos de amor a los dos".
Parece que para Juan e Violeta, el matrimonio no es una prioridad. Su relación se basa en el amor, el respeto y la felicidad que les brinda su hija Lila. La pequeña, según Ingaramo, los tiene "locos de amor" y es el centro de sus vidas.
La paternidad: un giro de 180 grados
El artista también habló sobre cómo la paternidad transformó su vida: "¡En todo! Absolutamente en todo. Fue un giro de 180 grados de una. Para bien, eh. Lo que siento con Lila no le he sentido con otras cosas: ni con los shows, ni con el éxito, ni con la guita ni con nada. Ella supera todo. Hay algo ahí que genera un amor paternal que me vuelve loco. Me hace sentir vivo. ´Esto va por acá´, pienso y todo lo demás queda chico".
Además, confesó que la llegada de Lila fue una sorpresa: "Queríamos formar una familia y llegó rapidísimo. Apenas nos dejamos de cuidar, llegó al toque. Cuando nos enteramos de la noticia, debo confesar que al principio me asusté. Contaba con un poquito más de changüí. Yo me iba se gira por Europa y Latinoamérica... pero la paternidad cambió todo".
Finalmente, Ingaramo concluyó que, a pesar del miedo inicial, la paternidad le trajo una inmensa felicidad y lo ayudó a poner las cosas en perspectiva. Una historia de amor y familia que demuestra que el matrimonio no es el único camino hacia la felicidad.