Marcos Rojo: Del ídolo al adiós por la puerta trasera en Boca
La gestión de Juan Román Riquelme sumó un capítulo controvertido con la salida de Marcos Rojo. A pesar de su innegable talento, su elección como referente y capitán generó debate. ¿Fue Rojo el ejemplo que Boca necesitaba?
Su paso por el club estuvo marcado por controversias: desde reuniones sociales en plena cuarentena hasta participar en partidos informales durante la competencia. Las lesiones, producto de excesos, y su temperamento explosivo le jugaron en contra, evidenciado en expulsiones cruciales. Incluso, se reportaron ausencias a entrenamientos y llegadas en condiciones poco óptimas.
Las estadísticas son contundentes: de los 254 partidos que Boca disputó desde su llegada en febrero de 2021, Rojo participó en solo 118 (46%). Apenas completó los 90 minutos en 75 encuentros (29,52%). Solo durante la era Gago logró encadenar diez partidos consecutivos, tras mejorar su estado físico.
¿Qué detonó su salida?
Múltiples factores confluyeron: su falta de profesionalismo y un último altercado con Miguel Ángel Russo, a quien increpó por su falta de participación, sellaron su destino. La historia de Rojo en Boca, un jugador que prometía mucho, pero que se despide dejando más sombras que luces.
Este caso nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad de los ídolos y la importancia del compromiso en el deporte de alto rendimiento. ¿Podrá Boca encontrar un nuevo líder que inspire dentro y fuera de la cancha?